Unidad en la diferencia pobreza, injusticia y destrucción ambiental. Laudato si una ética de Jesús. Mateo 25,35-44 y deuteronomio 15,7
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Date
2024
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Fundación Universitaria Claretiana
Abstract
Un problema común en distintos lugares del mundo, consiste en el desplazamiento forzado en zonas rurales y la acumulación de pobreza en las grandes ciudades. En Bogotá, localidad de Usaquén, sector del Codito, se puede observar viviendas pintadas con hermosos colores, pero por debajo de ellas se encuentra una problemática social: la mayoría de los habitantes son campesinos desplazados, que por causa de la violencia, la falta de oportunidades y analfabetismo, han dejado sus tierras, animales y pertenencias, escapando a las grandes ciudades en busca de seguridad y con la esperanza de rehacer sus vidas y sus sueños. Al no encontrar la estabilidad deseada, se ubican en sectores marginales, excluidos, estigmatizados y abandonados por el Estado y las religiones. Sin estabilidad económica, entran a ser parte del incremento de pobreza y ante la falta de oportunidades, se van dando cuenta de las injusticias que los rodean. No pueden volver a su terruño, porque lo han destruido y han ocasionado un daño ecológico irreversible. Frente a este panorama, que es mundial, el papa Francisco en sus dos Encíclicas Laudato Si y Laudate Deum, hace un llamado a todos los habitantes de este planeta, porque Dios es el Dios de los pobres revelado en Jesucristo y su Reino es la justicia social.