Amada Negra Amada Pueblo: Proyecto y claves de comprensión
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Desde el fondo de la negritud doliente, abandonada, despreciada, desconocida y ninguneada, civilmente inexistente hasta para sus propios congéneres cuando acceden al poder; una negra, una mujer, que es la Amada porque representa, resume y sintetiza al Pueblo, emerge hermosa como un crepúsculo atrateño, digna como la vida misma, cómplice como una enamorada verdadera, humilde como la rama que el pichindé sumerge en el agua del río para refrescarse después de tanto sol; una negra, una mujer, soberana de la esperanza, nace fulgurante en cada letra que forma cada palabra que da vida a cada verso que forma cada poema de este Cantar de los Cantares atrateño, a través del cual el Maestro Gonzalo María nos regala un hermoso e impresionante ejemplo del poder espiritual, teológico, teleológico, humano y divino, simbólico, de la poesía. Y emerge hermosa y nace fulgurante para dialogar, de tú a tú, o de vos a vos, con su Amado, acerca de la negritud que habita los tremedales del lomerío y del cenaguerío del Atrato, de la negritud que navega por los ríos cual arterias del sistema vital de la selva, bajo el gobierno de la Naturaleza, el rayo, la tempestad, la lluvia eterna, el sol tan majestuoso como candente sobre unas vidas que tienen sentido porque son vividas colectivamente, en familia extensa, en redes de parentesco, en comunidades, en grupos, en pluralidad. Y dialoga la Amada, Negra, con su Amado, y con su negrura a su Amado besa y enternece, y a su Amado se entrega para florecer junto a él; porque su Amado es aquel que emergió de una fidelidad entrañable a la causa de aquel Jesús que este quinto evangelio narra, que es el mismo Jesús que –navegando en una balsa, bogando en una champa- llega hasta el colino en las mañanas y ayuda a la rocería y lo bendice con su trabajo para que llegue pronto la cosecha de la alegría; el mismo Jesús, que sin más pretensiones que la Justicia del pan en la boca de todos y el Amor como signo único de la vida, no duda en maldecir las atrocidades de la horrísona minería que enloquece a los peces hasta matarlos, que envenena la vida hasta extinguirla. Bienvenidos a la Mística del descubrimiento de las verdades ocultas de la Historia: el camino del amor aquí está claro y más clara no puede ser la hermenéutica de la vida cuando su sino es el amor. Julio César Uribe Hermocillo Quibdó, septiembre 2019