La riqueza de la Biblia se descubre a medida que su estudio se aborda desde diferentes ángulos. Uno de esos ángulos es la visión de los pueblos descendientes de africanos que hoy vivimos a lo largo y ancho del continente americano. Caracterizados externamente por el color de la piel y ciertos rasgos anatómicos, circunstancias casuales pero que han sido utilizadas para discriminar y estigmatizar a todo un grupo humano, toman sus verdaderas características de la cultura y la historia que han vivido, a partir de su traslado de África a América, en condición de esclavos.