adminlibros, Quibdó2024-10-142024-10-14https://repositorio.uniclaretiana.edu.co/handle/123456789/2880En la novela, como en la canción o en la poesía, todo está dicho y todo reiterado. No existen ya territorios vírgenes y toda pretensión de originalidad suele ser consecuencia de candidez extrema, o de ignorancia supina. Lo máximo a lo que un creador puede aspirar es a un tono y a un modo; a una forma propia de decir lo que otros ya dijeron en la suya. Mauricio Vanegas pone el pecho y escribe. Y es esa valentía la cuota imprescindible para que quienes asistimos a su relato veamos emerger dolor y gente, ciudad y sentimiento, parque y latido. Quienes, además, compartimos con él el dudoso privilegio de haber vivido algunos de los años más violentos del pasado reciente de Colombia, contamos con una cuota adicional de comprensión y con un aliciente más para treparnos a la historia de Gustavo como si de la nuestra se tratara. application/pdfspainfo:eu-repo/semantics/restrictedAccessEl Atlas de la memoriahttp://purl.org/coar/access_right/c_16echttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/